Hay días en que una no tiene más remedio que preguntarse: "¿Será que me estoy convirtiendo en una persona estresada?". Es uno de esos días en los que notas que el cansancio se ha acumulado, que hasta subir la calle desde la parada del autobús hasta tu casa se te hace un mundo. Días en los que no has hecho más que ir de un lado para otro. Y días en los que descubres que tienes un problema más que añadir a la lista de cosas que solucionar.
Al fin y al cabo, la vida es así. Lo que ocurre es que, en una ciudad como Roma, todo se magnificia mucho más: todo está más lejos, puesto que es una ciudad grande, el ritmo de vida es tan frenético que no te puedes permitir minutos que perder, y la gente, más que personas, parece una corriente que te arrastra de modo un tanto incontrolable.
Aun así, uno no puede dejarse abatir, y debe "tirar pa' lante" e intentar acabar el día lo mejor que se pueda.. y si eres joven, salir por la noche, porque si no, eres un "amargao". Es por eso que hay días que uno se cuestiona si sufre de estrés o es sólo un día demasiado completo.
Por suerte, en Roma, este "problema" tiene fácil solución: basta pasear un poco por el centro y disfrutar de las maravillas de la Urbe, sobre todo ahora, durante la Cuesta de Enero, cuando los romanos están tan cortos de dinero después de los excesos navideños, que no salen a la calle si no es para ir al trabajo. Así que, si uno sale por la noche durante estos días, puede sentirse el verdadero dueño de la ciudad, y caminar a su antojo por las calles que, por lo general, están tremendamente llenas de gente. Como digo, aquí un paseo lo arregla casi todo, hasta el estrés.
Por eso, no me queda más que repetir lo que le escuché decir una vez a un tipo en un autobús llenísimo de gente: "Son las cosas de la gran ciudad... las consecuencias no son siempre buenas".
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1 comentarios:
ciao principesa, aunque no hago comentarios habitualmente, quiero que sepas que soy una fan de tu blog.
Nena tu vales mucho y tienes mucho poderío, así que te comerás tu a la ciudad y no ella a ti, el stress no podrá con ese pedazo de mujer que eres.
un bacio
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