Como sabéis, y si no lo sabéis os lo digo yo, a parte de enclaustrarme en casa para traducir el librito este, a veces (pocas, la verdad), consigo sacar tiempo, dinero, y compañero para hacer un viaje. Cómo no, la compañera de este viaje tenía que ser Ana, que es mi sempiterna compi de viajillos; el tiempo me lo saqué robándoselo a la traducción (y así estoy ahora...), y el dinero... se lo robé también a la traducción! ¡Que pa eso me lo he ganao con el sudor de mi frente! Jajaja.


Roma - Ravenna

Aventuras y desventuras de un coche alquilado



Si por algo se caracterizan las cosas que Ana y yo hacemos juntas, es por la suerte que tenemos. Esta vez, nuestra suerte se materializó en un Wolkswagen Passat. Sí. Resulta que habíamos hecho una reserva para alquilar un coche, pero al parecer ya no había coches pequeños, así que nos dieron este "monstruo". A parte de ser un cochazo, era... raro. Había que tocar una sinfonía cada vez que querías hacer algo con él (llámalo arrancar, poner el freno de mano - que, como tal, no existía: era un botón - e incluso quitarlo).

En fin, después de siete horacas, llegamos a Ravenna, y al albergue de la juventud, que seguía empeñado en esconderse... pero al final lo encontramos. Allí genial, super barato, super gente super simpática encargada, super desayuno... y tío creído metiéndose en nuestras elecciones desayuniles.

Ana: ¿Esto qué es? ¿Nutella?
Yo: Sí
El tipo: No, es chocolate... (mirada seductora)... con
avellanas.
Yo: (Cara de: Métete en tus asuntos) Eah, pues eso,
Nutella.

En fin, después nos fuimos a conocer el maravilloso pueblecito de Ravenna. ¡Con sus inglesias bizantinas! ¡Con sus fantásticos mosaicos! ¡Con sus ambientes de luces anaranjadas! ¡Con una tienda... ¿Con una tienda que se llama Perris?

Yo creo que fue por la tienda esta por lo que nos perdimos, porque me quedé pasmada.
En fin, que echamos un buen día, o una buena mañana, según se vea, y emprendimos nuestro camino hacia Padova (quien nos iba a decir la que se montaría para llegar al Bed&Breakfast), aprovechando para pasar por Ferrara.
Continuará...
Érase una vez dos deliziose fanciulle (véase deliciosas chiquillas) que emprendieron un accidentado viaje a Cerveteri. Tras retrasos y andenes varios, consiguieron tomar su tren. El objetivo de su viaje era ver una necrópolis etrusca, y en cambio acabaron en un extraño pueblo con extraños habitantes, en el que se encontraron con cosas como estas:


Como es normal, las niñas se asustaron, y decidieron volver a su querida y encantadora Roma para pasar un día completito y (re)descubrir lugares y rincones iluminados por la primavera.

Fin de la historia =)
Qué desastre que soy... llevo sin actualizar un montón de tiempo. Pero es que estoy super liada.
Bueno, como me llevaría demasiado tiempo ponerme a escribir o a resumir lo que pueda haber pasado en todo este tiempo, y como una imagen vale mas que mil palabras.... os dejo fotos de estas últimas semanas.


¡Super visita de Alex y MJ!

Bomarzo y el Parque de los Monstruos


Roma - Milan

Oteros en Roma (xD)