Érase una vez dos deliziose fanciulle (véase deliciosas chiquillas) que emprendieron un accidentado viaje a Cerveteri. Tras retrasos y andenes varios, consiguieron tomar su tren. El objetivo de su viaje era ver una necrópolis etrusca, y en cambio acabaron en un extraño pueblo con extraños habitantes, en el que se encontraron con cosas como estas:
Como es normal, las niñas se asustaron, y decidieron volver a su querida y encantadora Roma para pasar un día completito y (re)descubrir lugares y rincones iluminados por la primavera.
Fin de la historia =)
2 comentarios:
La verdá es que ma gustao mucho la historia y to' eso =D
Un besote!
Jiji, me alegro!
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