La burocracia italiana... ¿quién que haya estado alguna vez en Italia no ha oído hablar de ella? Que si es lo único que saben hacer, que si es horrible, que no funciona... Claro, pero una cosa es oir a la gente quejarse y otra vivirla en tus propias carnes.
Yo, por evitar estas cosas, he hecho todo lo posible, pero a todo cerdo le llega su San Martín, y el mío llegó junto con mi inesperado dolor en el pecho. ¿Resultado? Ve al hospital, entra, vuelva a salir porque te has equivocado, ve a pagar un ticket, coge número, paga. Vuelve a donde estabas antes, que te examinen, que te sientas un bichillo más que una persona por más que el enfermero sea muy agradable contigo, firma otro papel. Electrocardiograma, preguntas, auscultaciones, más preguntas y una cita con el cardiólogo para el lunes siguiente porque tienes arritmia. ¿Qué te llevas de tu visita al médico? Un montón de papeles, un miedo de tener algo en el corazón y una receta de un tranquilizante. Que una se pregunta, ¿pero era realmente necesario?
Llega el lunes, visita el acardiólogo. Se repite la historia, pero esta vez peor. Preguntas, te dicen que tienes que pagar, sí, otra vez, bajas, vuelves a preguntar, te tratan como a un deficiente, coges número, quedan diez minutos para tu cita con el cardiólogo, tienes el número 92 y van por el 74. Para más inri, de las seis ventanillas para pagar, están abiertas solo dos, ¿y el resto de trabajadores? ¿no están? Sí, sí que están, están detrás de las cortinillas que han cerrado a su debido tiempo para rascarse un rato el ombligo por no decir otra cosa. Situación: Gente que, haciéndose el loco, se va colando. Respuesta a la situación: Quedan dos minutos para mi cita con el médico, yo voy a preguntar. Esta vez tengo que pagar más, y para mayor desconsuelo mío, una tipa me monta el numerito diciéndome que me he colado y que soy una "lista". ¿Qué hago? Me aguanto como puedo, le respondo sin mucho cabreo... ¿y qué pasa cuand Marta se contiene? Que luego es peor. Así que cuando sube finalmente a esperar a que el cardiólogo le atienda, empieza a llorar desconsoladamente.
¡Así es normal que tenga taquicardia, co**! En fin, ¿resultados obtenidos de la visita? Tienes un soplo en el corazón y un ecocardiograma pendiente de hacer que no podrás realizar en el hospital al que has estado yendo porque hasta junio no tienen cita.
Aquí no acaba la cosa, porque la burocracia también está en Correos, para mandar una carta certificada para votar en las elecciones. Pero tranquila, Marta, que aún te quedan más momentos que vivir con la burocracia italiana, no vayas a estar tu triste porque se hayan acabado, mujer. Conténtate de momento con tener que enviar papeles y faxes a tu universidad, que no es poco.
Ala, hasta otra
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1 comentarios:
AY! mi niña tan chica y con tantos lios. Paciencia que que es la madre de las ciencias, todo se va solucionando teniendola. besotes
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