Sí, sí, como lo oyen. Yo calculo que me habrán crecido unos... 3 centímetros más o menos. Es increíble el efecto que puede producir en tus dientes pasear por una calle de Roma repleta de tiendas con ropa monísima y carísima... Claro, ¡se te ponen los dientes largos! Pero bueno, tampoco me voy a quejar porque he conseguido una gabardina super chic y super mona y unos zapatitos que... ¡cuando llegué a casa no me convencían! Ahora ya sí, ya pasó el trance de llegar y decir "la he cagado... pa qué me habré comprao yo esto..."
Bueno, que conste que no ha sido fácil conseguir comprarme estos exclusivos artículos, eh. (xD) Una debe enfrentarse a mil contratiempos en Roma antes de poder llegar a conseguir su objetivo. Para empezar, está el horario: Que sí, que Italia es muy parecida a España, que no es Inglaterra que a las 5 están cenando... vale. ¡Pero es que aquí a las siete se acaba el mundo! O sea que si, como ayer, cuando vienes a salir de tu casa son ya las cinco de la tarde... ¡la has cagao! ¿Veis? Primera diferencia: Mientras que en España si te vas de compras a las cinco está bien, e incluso es temprano para según que tienda, que te la puedes encontrar cerrada, en Italia no: llevan abiertas desde las dos y media (eso en el caso en que hayan cerrado al mediodía), y a las siete... ¡pa casa tol mundo!
Inconveniente número dos: ¿Dónde están Blanco, Stradivarius, Torero, Pull and Bear y demás compañeras? ¡En ningún lado! Porque claro, aquí no hay (tanto dinero que tiene el de Zara y aquí no pone tiendas, ¿tú te crees que esto es normal?) ¬¬ . Aquí tienes dos opciones: Irte a una tienda pequeña con el riesgo que conlleva, y es que te arriesgas a que la dependienta te agobie y no te deje tranquila. O, segunda opción, irte a una tienda que, externamente, te parece que será del estilo de, pongamos, Blanco, pero que al final resulta ser de Fornarina y ua chaqueta te sale por 200€ como mínimo. La hemos cagado, entonces. Tras mucho mucho buscar, encontré Mango y Zara, pero esta última está causando tanto furor en Italia, que olvídate de ir algún día sin que dentro te encuentres el ambiente como si fuese de plenas rebajas.
Inconveniente número tres: Volver en el autobús. Cuando después de un fatigoso día de compras (o dos fatigosas horas de compras, que a mí ya me cansan), quieres volver a tu casa y tienes que coger el autobús, prepárate. Porque a parte del dolor de riñones, lo pesado de las bolsas y de que ya lo único que quieres es llegar a tu casa, aún te queda esperar lo menos veinte minutos a que llegue el autobús y que, cuando este llegue, esté tan lleno que estés a punto de no poder montarte. Claro, ahora viene lo malo. Si, encima,sumamos que el autobús coge por enmedio de un parque que está en lo alto de una colina, que coge un montón de curvas cerradas, que ya sabemos como conducen los romanos, y si le añades tú cargada con bolsas, cansada, el autobús lleno de gente, no poder agarrarte a ningún lado, y no saber donde poner la mano pa no tocarle nada a nadie (imaginaos), el resultado es que Marta llega a su casa, cae en el sofá y no hay quien la mueva.
Menos mal que te puedes quedar siempre con la imagen de San Pietro iluminado mientras vuelves de Via Cola di Rienzo... ¿Qué hay más bonito que eso?
¡Hasta pronto!
2 comentarios:
Ya sabes Marta, recuerda nuestra hipótesis (que finalmente se comprueba empiricamente): los italianos suprimen la hora de la siesta (ampliación: y se la añaden a la noche, por lo visto), con lo que obtenemos una tarde española a medias xD pero vamos, que a todo se acostumbra una...
Por cierto, una curiosidad, ¿cómo haces ahora lo del autobus? ¿un bono mensual o algo por el estilo?
Hablando de bonos, esta mañana he estado en "la secretaria de mi centro", y ahora mismo me duele aquí (señalo la 7ª vértebra con cara de dolor) por su... culpa, vaya. Me he levantado muy temprano y he esperado desde las 8 y media hasta las 11 para que me antedieran. Balance: semi-bien, porque me habian informado mal y me hacia falta un papel que ahora he de llevar en Febrero, ni más ni menos... Y además, han habido dos cosas a las que no me han sabido contestar, entre ellas lo del credibús universitario. Bueno dejo ya de escribir aquí, que tan poco espacio en lo de escribir me agobia :S ya te mandaré un correo electrónico. Besines!
PD.: hoy leyendo esta entrada, me ha encantado ver todo escrito entero y sin faltas de ortografía (lo echaba un poco de menos) y no es que esté en contra de que la gente escriba abreviado (yo tb lo ago normlmnt), que a veces también tiene su delito, si no solo porque me ha resultado estéticamente... agradable... sí, eso es.
¡Sí, señora! Gran teoría la de la siesta. No podías tener más razón cuando caíste en ello. Si ya te digo, aquí a las tres no vale lo de "bueno, ahora me siento un ratito a ver la tele". ¡NO!
Pero bueno, eso tú y yo ya lo sabíamos. jajaja
Con respecto a lo del bus, aquí se supone que me moveré con el biglietto mensual, pero como llegué el día 7, ya se habían acabado. ¡Pa estudiantes sólo cuesta 18 euros! Así que nada, ahora me conformo con el ya famoso biglietto settimanale que conoces tan bien, y... hasta el mes que viene, que ya podré comprar el otro.
¡Ah! Thanks, por lo de que escribo sin faltas de ortografía y contraído. He dscubierto que es el mejor remedio para no acabar escribiendo un semi italiano-spagnolo al que se tiende facilmente y que te hace escribir estilo "perdona, pero es che no puedo scrivir a menudo". Y me ha llegado a pasar, eh
Un beso feota!!!
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